LA TELEMEDICINA REALIDAD O FICCIÓN
Buscando
noticias relacionadas con el tema de mi blog, he encontrado una noticia que me
ha llamado especialmente la atención.
La
información es del periódico es “EL Diario Montañes” en Cantabria que nos habla
del hospital Madrileño Rey Juan Carlos y la información es de mayo de 2014.
Cuando uno entra en el Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles
(Madrid) llama la atención la total ausencia de aglomeraciones y colas.
¿Y qué es lo que hace posible que este centro pueda extender la atención
sanitaria a tantos pacientes y tan lejos? La respuesta se encuentra en la llamada telemedicina. Tras una exhaustiva
ronda en Atención Primaria para informar y recabar la opinión de los
profesionales sanitarios, este hospital vio la luz en marzo de 2012; totalmente
informatizado y con el sello de la teleasistencia grabado a fuego. Durante este
plazo previo, se trabajó para detectar las necesidades de los usuarios y de los
centros de la zona y así salvar uno de los obstáculos que está ralentizando la
implantación de la teleasistencia en España: la falta de sintonía entre lo que
ofrece la tecnología y lo que verdaderamente es necesario para dar una buena
atención médica.
El hospital está dotado de un Portal del Paciente, que se diferencia de
otros similares porque además de gestionar su agenda médica, ofrece la
posibilidad de que el usuario acceda a su historia clínica sin necesidad de
desplazarse, así como controlar en qué estado se encuentran sus pruebas.
Por otro lado, bastantes especialistas que hasta hace poco se desplazaban a
los centros de primaria para visitar pacientes ahora llevan a cabo asistencia
no presencial sirviéndose de la videoconferencia. También gracias a la
videoconferencia se organizan sesiones de formación con profesionales de los
centros de salud y de las residencias de ancianos. Este medio ha hecho posible
un intercambio de experiencia dinámico y frecuente que, además, no repercute
negativamente en el proceso asistencial, ya que el médico o enfermera no tiene
que abandonar su centro para acudir a una charla.
La telemedicina hace que la atención sea más estrecha, más cercana»,
explica Francisco Javier Dodero, director de continuidad asistencial de este
hospital madrileño.
En este aspecto, coincide plenamente con los usuarios de un proyecto piloto
a cargo de Cruz Roja y la Fundación Vodafone en Valladolid. En él, los usuarios
están en contacto con sus familias y su personal médico a través del televisor,
lo que hace posible un seguimiento mucho más estrecho.
Ahorro de tiempo y dinero
¿Y qué hay del gasto? Pues aunque en la mayoría de las experiencias y
proyectos que hay en marcha en nuestro país no ha transcurrido el tiempo
suficiente para hacer una valoración de este tipo, los expertos no dudan de que
el ahorro existe y muy pronto se hará notar. Cabe destacar que en la mayoría de
las ocasiones se emplean recursos bastante cotidianos, a los que se pueden
acoplar herramientas de toda la vida (fonendos, ecógrafos…) y que incluso
cuando se requieren medios algo más sofisticados no son excesivamente costosos.
Finalmente, hay que tener en cuenta todo el ahorro en listas de espera,
duplicidad y pérdida de pruebas, desplazamientos, tiempo de usuarios y
profesionales…
A mí personalmente me ha
llamado la atención esta noticia, es que contrata con las noticias que
reproducen los medios de comunicación de masas, en la que aparecen pacientes
que tienen que ser atendidos en los pasillos y se aglutinan un montón de
camillas.
A mí me hace replantarme
porque no se implantan la telemedicina en los distintos centros público y
privados sanitarios. Ya que sobre todo en la privada las citas para hacerte por
ejemplo una radiografía son de 6 meses, si existiera, la telemedicina se
agilizaría el proceso sanitario y nos beneficiarían a todos.
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