El Internet de las cosas no es un
término muy conocido, sin embargo, lo utilizamos diariamente en nuestra vida
cotidiana. Básicamente se basa en que todas las cosas del mundo están
conectadas a Internet.
Hoy en día tenemos Smartphone,
tablet, ordenadores portátiles, dispositivos multimedia en el salón, e incluso
las propias televisiones que se conectan a Internet. A esto habría que añadir
las videoconsolas, e incluso los coches.
Podemos encontrarlo tanto a nivel
doméstico como nivel profesional, por ejemplo, podríamos disponer de sensores y
controladores en diversos elementos de una casa.
En las próximas décadas
cantidades ingentes de dinero e ingenio. También están muy expectantes los
fabricantes de coches, los gestores del sector sanitario, las empresas de
logística o de seguridad e incluso los políticos. Y es que el Internet de las
cosas cambiará la faz de los hogares y permitirá tener información al minuto
del transporte y de nuestros movimientos por la ciudad en la que vivimos, o de
nuestras constantes vitales.
Cualquier cosa conectable a Internet, sea grande o pequeña,
pueden incorporarse en una base de datos y recoger estos datos para ayudarnos
en el día a día. En definitiva, consiste en que tanto personas como objetos
puedan conectarse a Internet en cualquier lugar y en cualquier momento.
EJEMPLOS DE INTERNET DE LAS COSAS
- Encender un electrodoméstico
antes de llegar a nuestra casa.
- Pulseras que cuando salgamos a
correr nos informen de nuestras constantes vitales.
- Lámparas inteligentes que se
encienden solas cuando hace falta iluminación.
- Pago con el teléfono móvil.
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